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Jueves, 22 de octubre de 2015  |  NÚMERO 4 Acceda a nuestra hemeroteca
19 DE OCTUBRE, DÍA INTERNACIONAL DEDICADO AL TUMOR
Cáncer de mama: hacia un tratamiento individualizado
Cerca del 90% de las pacientes continúa libre de enfermedad cinco años después del tratamiento
 
Redacción. Madrid
Coincidiendo con el Día Internacional de Cáncer de Mama, que se celebra cada 19 de octubre, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha destacado los  avances más importantes en este tipo de tumor. A principios de los años 80, las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama tenían unas posibilidades de en torno al 70 por ciento de estar libres de recaída a los cinco años tras el diagnóstico. En la actualidad, la cifra se aproxima a casi un 90 por ciento.

Este beneficio no se ha alcanzado repentinamente. En los años 70 se obtuvieron los primeros resultados que beneficiaban a las pacientes de recibir un tratamiento con quimioterapia tras la cirugía. También por aquella época tenía éxito el tratamiento hormonal del cáncer avanzado de mama, con un tratamiento hormonal, el tamoxifeno, que poco después se comenzó a emplear en estadios precoces de la enfermedad.

En la década de los 80, una nueva quimioterapia, las antraciclinas, mejoraba los resultados obtenidos con esquemas previos, y no fue hasta finales de los años 90 cuando los taxanos aumentaron aún más los beneficios de las antraciclinas.

Por ejemplo, a comienzos de los años 2000, más de 1.200 mujeres españolas participaron en un ensayo clínico del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam) que demostró que añadir paclitaxel a la quimioterapia que hasta entonces se consideraba estándar conseguía que recayera de la enfermedad un seis por ciento de mujeres. Hoy, el paclitaxel y otros taxanos, solo en España evitan más de 500 recaídas al año.

La incorporación de nuevos tratamientos hormonales a comienzos del siglo XXI mejoró los resultados del tamoxifeno. El descubrimiento de tipos de cáncer con diferentes perfiles biológicos permitió en la década pasada incorporar anticuerpos monoclonales como el trastuzumab al tratamiento del cáncer de mama Her2 positivo, hasta entonces de mal pronóstico por su mayor agresividad.

Así pues, antraciclinas y taxanos, tamoxifeno o trastuzumab fueron ejemplos de hitos históricos en el tratamiento con quimioterapia, hormonoterapia o terapias biológicas respectivamente.

La heterogeneidad del cáncer de mama

Sin embargo, en relación a lo anterior, el hito más significativo sin duda en los últimos años es el conocimiento de la heterogeneidad del cáncer de mama. Se trata de una enfermedad con subtipos biológicos diferentes que precisan tratamientos específicos.

En este sentido, las pacientes con cáncer de mama Her2 positivo ya no cuentan sólo con el trastuzumab, la asociación de un segundo anticuerpo –pertuzumab– al tratamiento ha mostrado incrementar notablemente la supervivencia en estadios avanzados (se advierte una mejoría de 15 meses en su esperanza de vida, llegando casi a los 5 años de supervivencia en un grupo de pacientes metastásicas que hace unos 15 años tenía un muy mal pronóstico). También T-DM1 (un moderno fármaco que combina de forma conjugada quimioterapia y trastuzumab) es altamente efectivo en pacientes que fracasan a tratamientos previos.

En las pacientes con enfermedad hormonosensible también se han comunicado resultados de nuevos fármacos biológicos que, asociados a tratamientos clásicos mejoran los resultados de estos. Everolimus primero, y más recientemente palbociclib son los ejemplos más relevantes.

Además, en estas tres décadas otro hecho de gran relevancia ha sido el incremento de cirugías conservadoras y menor intervención sobre la axila, evitando complicaciones y mejorando la calidad de vida. Cada uno de estos pasos, en muchos casos, apenas mejoraba a los tratamientos previamente existentes en un dos o tres por ciento de menor tasa de recaídas de la enfermedad. Algo que podría ser considerado irrelevante.

Con más de 25.000 casos al año de cáncer de mama en España, cada uno por ciento de mejora con un avance en el tratamiento del cáncer de mama hace que 250 mujeres menos recaigan de su enfermedad o puedan disfrutar de una mejor calidad de vida con reincorporación plena a su vida social y laboral. Cada una de esas mujeres tiene nombre y apellidos. Y cada uno de esos avances ha conseguido aumentar la supervivencia en un 20 por ciento entre los años 70 y la actualidad.

Son solo algunos ejemplos, pero en el caso del cáncer de mama, los avances son innumerables. Los más destacados se recogen en el siguiente gráfico.

 

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