El libro recoge cuáles son los requisitos humanos y materiales que deben tener estas estructuras. “Los materiales son, principalmente, requisitos de espacio: consultas, salas para tratamientos con áreas individualizadas para los más prolongados, sillones para la administración de quimioterapia u otros fármacos, zonas de almacenamiento de fármacos… incluso, en la actualidad, disponen de un área de farmacia para la disposición de medicamentos que el paciente se lleva a casa. En cuanto al personal, hay médicos oncólogos, pero también tiene un papel protagonista la Enfermería, además de administrativos, auxiliares, farmacéuticos, psicólogos, voluntarios… Son ‘minihospitales’ dentro del hospital”, detalla Jara.

Según el especialista, el principal beneficio de estas instalaciones para el paciente oncológico es que “le proporciona mucha comodidad y accesibilidad a los recursos asistenciales”. “Los pacientes son, realmente, el centro de la actividad”, afirma. “Los psicólogos del equipo multidisciplinar les ayudan a adaptarse a la situación y a sobrellevar las incidencias que surgen a lo largo de la evolución de la enfermedad, y el voluntariado –formado por muchos pacientes oncológicos– es la punta de lanza de la sociedad en el hospital”, señala Jara.

En Hospital de Día en Oncología también se recogen retos de futuro de este importante recurso asistencial. El coordinador del libro señala que uno de ellos es promover la investigación en el seno de estas infraestructuras: “Cada vez hay más investigación clínica, pero se plantea la necesidad de desarrollar también ensayos muy iniciales, de fase I, con nuevos fármacos y esquemas de administración”. Además, y en línea con los cambios que experimenta la sociedad, “la telemedicina está llegando al hospital de día y supone una nueva vía de desarrollo de la asistencia médica y enfermera a distancia”. De hecho, en el Hospital de Día de Onco-Hematología de la Fundación Alcorcón “ya hay una consulta telefónica a la que pueden llamar los pacientes cuando deseen y un sistema de modificación de citas a través del correo electrónico”, indica el jefe del Servicio de Oncología Médica. Iniciativas así se están implantando gradualmente en todos los hospitales de nuestro país.

“Creo que el libro será un referente y espero que sea de utilidad para los profesionales de la Oncología a la hora de acometer la construcción de un hospital de día o modificar la instalación previa, porque se recoge mucha información y muchas directrices. Y espero que pronto surja una nueva edición que lo supere, porque ese es el camino de la ciencia: ser mejorada por las siguientes generaciones”, concluye Jara.