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COORDINADORA DE LA COMISIÓN DE BECAS DE LA SEOM | ||||
García Carbonero: “La investigación de hoy es la medicina de mañana” | ||||
Considera que está “poco valorada y apoyada”, aunque es fundamental para avanzar en el conocimiento | ||||
Eduardo Ortega / Imagen: Joana Huertas. Madrid La apuesta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) por la investigación es clara: en los dos últimos años ha destinado un millón y medio de euros a programas de ayuda, y este curso espera igualar la dotación del anterior, 800.000 euros. Rocío García Carbonero, coordinadora de la Comisión de Becas de la SEOM y miembro de la Junta Directiva de la sociedad científica, lamenta que la inversión en investigación en nuestro país es “insuficiente” y que, aunque la Oncología no está particularmente perjudicada, sí que es un ámbito especialmente duro: “Nunca nos debemos conformar con lo que tenemos”.
La SEOM tiene un compromiso importante con la investigación clínica en el ámbito oncológico, y por ello ofrece diversos tipos de ayudas para incentivarla. Para empezar, hay opciones para proyectos que presenten investigadores del Sistema Nacional de Salud (SNS), pero también tiene otras múltiples ayudas que van más allá de financiar una iniciativa concreta y cuya intención es mejorar la masa crítica del país y ayudar a formar a nuestros profesionales, que ya son excelentes clínicos, en el ámbito de la investigación clínica aplicada o traslacional. Es decir, que están destinadas a oncólogos clínicos del SNS. No solo a ellos. Hay distintos tipos de ayudas. Nuestra apuesta más importante, son las destinadas a oncólogos jóvenes y profesionales que se estén formando, hasta 10 años después de terminar la especialidad, para que puedan continuar esta formación en centros de excelencia en el extranjero durante un periodo de uno o dos años. La idea es que traigan un retorno al país, gracias al conocimiento adquirido en estos espacios de acreditado prestigio internacional, de manera que estén habilitados para liderar proyectos diferentes y nuevos en España.
Recientemente, hemos implementado otro tipo de ayudas para oncólogos mayores y que no pudieron salir fuera de nuestro país en su momento. Son para estancias más cortas destinadas al aprendizaje de técnicas más concretas o complementarias, que tendrán una duración de entre tres y seis meses. Esta modelo de ayuda ha tenido una excelente acogida y demanda. Son bastante notables, teniendo en cuenta que las ayudas a la investigación no son generosas en nuestro país. El año pasado destinamos 800.000 euros a estos programas, y durante los últimos dos, un millón y medio, en total. ¿Cuánto plantean dedicar a estas becas para este curso?Tras la ardua tarea de conseguir patrocinios para todas las becas, esperamos poder igualar lo ofrecido en 2014. ¿Qué perfil de investigador es el que suele ser más becado?Depende de la beca de la que hablemos. En el caso de quienes tienen como objetivo formarse en centros en el extranjero, buscamos profesionales muy, muy motivados, que sean capaces de renunciar a un contrato en su hospital de origen si se les presentara la oportunidad. Es importante para el desarrollo de su carrera profesional, y este tema siempre lo dejamos claro. La beca no se debe pedir porque no se tenga trabajo, sino porque se quiere recibir una formación excepcional.
¿Qué consejos daría a los aspirantes a las becas de la SEOM? Es importante que traigan una buena base de formación clínica oncológica. Deben tener en cuenta también que se van a valorar aspectos complementarios más allá de la especialidad que son importantes en la carrera profesional y en su capacidad de proyección en general. Es importante que dominen el inglés, idioma universal del ámbito académico, y que tengan formación complementaria en aspectos metodológicos, necesarios para llevar a cabo proyectos de investigación.Cuando ha hablado del objetivo de las ayudas de la SEOM, ha dado a entender que la inversión en investigación en cáncer en España es insuficiente. ¿Considera que es así? Sí, tanto en cáncer como en la investigación médica, en general. No creo que la Oncología esté particularmente perjudicada, sino que, en general, la investigación está poco valorada y poco apoyada. Es importante transmitir el mensaje de que es fundamental para avanzar en el conocimiento, que es lo que nos permite progresar como sociedad.En cualquier caso, nosotros vivimos en un ámbito particularmente duro, el oncológico, y nunca nos debemos conformar con lo que tenemos. En el día de mañana, si queremos que nuestros pacientes tengan mejores tratamientos o unos diagnósticos más precisos, debemos invertir en investigación. La investigación de hoy es la medicina de mañana. Sin embargo, lo cierto es que España es uno de los puntos focales de Europa en ensayos clínicos. En este ámbito, el desarrollo de nuestro país es bastante bueno, es cierto. Pero me refiero a lo que hay más allá de los ensayos clínicos, a la investigación independiente o al ensayo clínico independiente. Si no hay otras oportunidades de financiación, el único actor que puede sostener esta investigación es solo la industria farmacéutica.
¿Cómo se solucionaría esta situación? Con más dinero público. Por un lado, habría que destinar más a la investigación, pero también como sociedad civil tenemos poco desarrollada la concienciación sobre su importancia. El mecenazgo ejercido por actores privados o empresas que no sean laboratorios está muy poco desarrollado e integrado en nuestra cultura. Por ejemplo, en Estados Unidos un millonario te construye un edificio de laboratorios, mientras que esto es inconcebible en España.¿Considera que los servicios de Oncología están poco orientados hacia la investigación? Lo cierto es que, comparada con otras especialidades, en los servicios de Oncología está bastante desarrollada la investigación, sobre todo de ensayos clínicos, puramente dichos. Pero para hacer otro tipo de investigación es necesario que los oncólogos no estén tan desbordados por el trabajo que causa la labor asistencial. En muchos hospitales del país, lo que se espera de un médico es que vea pacientes, pero nada más. No se entiende que un profesional puede ser contratado para que dos días de la semana atienda a enfermos y los tres restantes se dedique a investigar.No obstante, hay algunas iniciativas para ello, como las ayudas para intensificar la labor investigadora, que dan el Instituto de Salud Carlos III y otras instituciones públicas relacionadas con las comunidades autónomas. Ayudan a dar apoyo al clínico para liberarle del trabajo asistencial y que pueda dedicarse a otras labores. ¿Cree que, en el ámbito de la investigación oncológica clínica, quedan vacíos terapéuticos por llenar o tipos de cáncer que están más maltratados que otros?
Además, no todos los hospitales tienen que hacerlo todo ni todos los servicios de Oncología tienen que cubrir todo. Hay patologías poco frecuentes como los sarcomas o los tumores neuroendocrinos en los que la dispersión provoca que los clínicos no puedan tener suficiente experiencia como para tratarlas adecuadamente. Además, tener una mínima casuística es también muy importante para poder desarrollar investigación clínica o traslacional. De hecho, el problema en España es que la atención oncológica está demasiado dispersa. La gente no se da cuenta de que, antes que tener el hospital enfrente de casa, es mejor hacer una hora de viaje y que el especialista que le trate tenga una gran experiencia en la patología que padece, algo que solo es posible si se concentran los casos en centros de referencia. |